El
4 de febrero de 1992, un grupo de militares venezolanos, liderados
por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, se rebeló contra el
gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez, fue una Rebelión
Cívico-militar ya que un grupo de militares se alzó en armas y a su
vez el pueblo mismo salió a las calles en apoyo a dicha rebelión.
El
alzamiento y la insurrección popular ocurridas el 27 y 28 de febrero
de 1989 fue el antecedente que dio origen a la rebelión militar del
4 de febrero de 1992, y ambos acontecimientos dan inicio a la
Revolución Bolivariana.
El
27 de febrero de 1989 se suscita el llamado el Caracazo,
donde el pueblo venezolano protesta enardecido por las medidas
impuestas por el Fondo Monetario Internacional, por el aumento de la
gasolina, del transporte público, de los servicios de luz, agua,
teléfono, sumado al 80% de pobreza que existía en el país y al
gobierno corrupto con intereses capitalistas seguidor del sistema
neoliberal de la cuarta República. Ese día miles de venezolanos
fueron reprimidos y masacrados vilmente.
El
4 de Febrero de 1992 significó una esperanza para Venezuela, América
Latina y el mundo, El Comandante Hugo Rafael Chávez asumió ante el
país a través de los medios de comunicación la responsabilidad de
esta rebelión militar y su afirmación que “Por Ahora”
no se habían logrado los objetivos, frase que
convirtió en la esperanza de un pueblo, para quienes se sentían
inconformes con el gobierno de la época.
Desde
la llegada de la Revolución Bolivariana liderizada por el comandante
eterno, Hugo Chávez Frías, Venezuela y su pueblo han tenido un
crecimiento en materia de educación, ciencia, reivindicaciones
sociales y soberanía, 15 años de continuos avances, de crecimiento
progresivo y de construcción profunda de dignidad.
El
4 de febrero de 1992 comenzó la agonía y muerte del Pacto de Punto
Fijo y una nueva historia basada en los principios ideológicos del
libertador Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez que
hoy día se define en beneficios directos para el pueblo venezolano.
Como
dijo nuestro presidente Nicolás Maduro en una de sus alocuciones
pasadas: “...en esta fecha pero hace 22 años
Chávez “nos dio patria”.
“Un
camino recorrido, cuántas cosas hechas pero cuántas están por
hacer, honor y gloria a Chávez, honor y gloria al 4 de febrero”.
Esta
fecha es recordada en Venezuela como el día que dividió la historia
del país, para dar inicio a la gesta revolucionaria del comandante
bolivariano, amparado por el pueblo venezolano quien se ha mantenido
al frente del socialismo del siglo XXI.
Surge
también actualmente una diatriva sobre si se llevo a cabo un golpe
de estado o una rebelion civico militar, que desde hace
aproximadamente en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) han
estado discutiendo y han obtenido como resultados de ello lo
siguiente:
¿Es
el 4F un golpe de estado o una rebelión cívico-militar?
El
4F no fue un golpe que pretendía derrocar a un presidente en
particular sino derribar todo un sistema comprometido con un pacto
traicionero, de no sólo 40 años, sino un proyecto de país que iba
de espaldas al pueblo y al servicio de los centros imperiales.
El
4F no fue un golpe de estado, de esos que acostumbra a gestar y
propiciar EEUU con sus millones de dólares, no. El 4F fue una
rebelión cívico-militar para iniciar un nuevo proyecto de país
donde las amplias mayorías de nuestra población tengan acceso a sus
derechos básicos como seres humanos, donde las decisiones
fundamentales se tomen en consulta con esas mayorías, donde el
conocimiento no sea un privilegio sino algo que se reconozca en cada
momento.
Cuando
Hugo Chávez Frías salió por televisión aceptando dignamente la
derrota y alertando
con un “Por Ahora”, muchos
venezolanos se sumaban entre sí y no
podían
creer que eso era de verdad, verdad. Y quizá muchos dudaban,
de que a quién
veían
en la pantalla fuera la expresión genuina de un sentimiento
nacional, histórico, que vendría a remover los cimientos de la
conciencia nuestra y
latinoamericana y a
demostrarnos que Venezuela si puede cambiar desde lo más profundo.
Facilitadora: Silvia Vásquez