martes, 6 de marzo de 2012

Agricultura y Alimentación en el Siglo XXI

El estado mundial de la agricultura y la alimentación en la actualidad forma
parte importante de las agendas de los gobiernos, producto de la crisis que presentan
estas importantes áreas de la vida humana, especialmente la agricultura es objeto de
preocupación tanto de Organización de las Naciones Unidas como de los gobiernos con
crisis alimentarias o hambrunas, pues aumentando la producción de alimentos y mejorando
los campos agrícolas se puede dar una solución a la creciente hambruna en el mundo.


Situación actual de la Agricultura:

Antes de comenzar a dar cifras e impresionantes datos de cuantos pasan hambre,
de cuanto alimento se produce y de cuanto se desperdicia, es de suma importancia
establecer de quien depende en su gran mayoría la agricultura en pleno Siglo XXI: las
mujeres contribuyen de forma sustancial a las actividades económicas agrícolas y rurales
en todas las regiones de los países en desarrollo (FAO 2010d). Las funciones varían
considerablemente de una región a otra y dentro de cada de ellas, y están cambiando
rápidamente en muchos lugares del mundo en los que las fuerzas económicas y sociales
están transformando el sector agrícola. La aparición de la agricultura por contrato y las
modernas cadenas de suministro de productos agrícolas de valor elevado, por ejemplo,
suponen desafíos y oportunidades distintas para las mujeres y los hombres. Esto tiene que
ver con las distintas funciones y responsabilidades que tienen las mujeres a diferencia de
los hombres.


Comúnmente las mujeres tienes dificultades especificas relacionadas con el género
para participar plenamente e la fuerza laboral, que pueden requerir la adopción de políticas
que van más allá de las destinadas a promover el crecimiento económico y la eficiencia de
mercados, como salarios o si pueden o no las mujeres trabajar, situación que si se revierte
es beneficio porque “el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral tiene
consecuencias positivas en el crecimiento económico” (Klasen y Lamanna,2009).Según los
datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO), desde el punto de vista internacional las mujeres representan un promedio el 43 %
de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. La proporción femenina en la fuerza laboral agrícola varía entre aproximadamente un 20 % en América Latina y casi un
50% en Asia oriental y sudoriental, así como África subsahariana. Se estima que las
mujeres que realizan actividades agrícolas en mundo se dividen por regiones de la siguiente
forma: en África un 30%, en Asia un específicamente en la India 32%, en China un 50%, el
rango menor lo muestra América Latina que oscila entre 20 y 30 %(FAO, 2011).En las
regiones donde se eleva el porcentaje de mujeres dedicadas a la agricultura generalmente
tienen poco acceso a la educación o nunca han tenido la oportunidad, como también puede
deberse a que poblacionalmente las mujeres con mayoría en las áreas rurales.


Por otra parte es importante mencionar los suelos que son usados para la agricultura
según el Banco Mundial (2007a) la superficie de la tierra, exceptuadas las áreas del hielo de
la Antártica y Greoloandia es de 13.000 millones de hectáreas, de ese total 2.600 millones
de hectáreas no son cultivables porque las temperaturas están por debajo del punto de
congelación durante nueve o más meses del año. En otros 1.900 millones de Has. no llega
a tres meses al año la duración de las condiciones de una humedad adecuada. La mayor
superficie cultivable actualmente corresponde a África y América del Sur, que poseen el
porcentaje más reducido de sierras cultivadas: fuera de los trópicos húmedos, siguen sin
cultivarse 650 millones de Has. de tierra provista de agua en cantidad suficiente. Pero el
factor limitante son los obstáculos económicos, institucionales y sociopolíticos. Además
también existen más de 300 millones de Has. de tierras vírgenes, pero cultivables en
América del Norte y Australia. En contraste, según datos de la FAO la destrucción del
suelo y su pérdida al ser arrastrados por las aguas o los vientos suponen la pérdida, en
todo el mundo, de entre cinco y siete millones de hectáreas de tierra cultivable cada año,
alrededor de 14 millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año. Se calcula
que la quema de bosques para dedicarlos a la agricultura es responsable del 80% al 85%
de esta destrucción. Esto ha puesto en evidencia un creciente problema medioambiental,
poniendo en peligro la producción de alimentos en el mundo.


Situación actual de la Alimentación:

En la última década del siglo XX el mundo presencio un aumento progresivo de
personas en estado de desnutrición o subnutridas, las estadísticas del año 2010 se estima
que en el mundo hay 925 millones de personas en estado de subnutrición-situación de
hambre- (FAO,2010b),sumado a esto a partir de año 2007 se desato una crisis en los
precios de los alimentos elevando sus costos no permitiendo que las personas con bajos
ingreso puedan adquirir la cantidad suficiente de los alimentos para su dieta básica, luego la
crisis financiera del 2008 agravo la situación internacional del índice de los precios e
indirectamente la producción de alimentos.


En el primer semestres de 2010, parece que los mercados mundiales de productos
básicos agrícolas entraron en una fase más tranquila. Los precios de estos productos y de
los alimentos se mantuvieron altos, aunque fueron inferiores a los máximos alcanzados en 2008.Sin embargo, la volatilidad de los precios de los alimentos, especialmente los
cereales, a nivel mundial se mantiene después de año 2010 producto de la reducción de los
suministros originada por la sequía en la Federación Rusa y las altas temperaturas y el
exceso de lluvias en los Estados Unidos (FAO,2006b). Indudablemente esto factores han
contribuido al aumento de personas en situación de hambruna. La mayor parte de los 925
millones de personas hambrientas en el mundo (62 % del total) vive en Asia y el Pacífico,
la región más poblada del mundo, seguida del África subsahariana, donde vive el 26 % de
las personas subnutridas del mundo(FAO,2011). La mayor prevalencia de la subnutrición
se encuentra en el África subsahariana, donde en 2005–07 (último período respecto del cual
se dispone de información completa por país) se estimaba que el 30 % de la población total
estaba subnutrida, si bien con grandes diferencias entre los países. Aunque la prevalencia
del hambre es más baja en Asia y el Pacífico (16 %), América Latina y el Caribe (9 %) y el
Cercano Oriente y África del Norte (7 %), varía en gran medida según la subregión y de un
país a otro dentro de estas regiones.(FAO,2010c). Esta situación se debe a que cerca de un
tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano -
aproximadamente 1 300 millones de toneladas-, se pierden o desperdician, según advierte
un estudio encargado a la FAO. El informe distingue entre perdidas de alimentos y
desperdicio de los mismos. Las pérdidas -que pueden darse en la fase de producción,
recolección, post-cosecha o procesado- son más elevadas en los países en desarrollo,
debido a la precariedad de las infraestructuras, el bajo nivel tecnológico y la falta de
inversiones en los sistemas de producción alimentaria. Entre otras conclusiones importantes
se incluyen: Los países industrializados y aquellos en desarrollo dilapidan más o menos la
misma cantidad de alimentos: 670 y 630 millones de toneladas respectivamente. Cada año,
los consumidores en los países ricos desperdician la misma cantidad de alimentos (222
millones de toneladas) que la totalidad de la producción alimentaria neta de África
subsahariana (230 millones de toneladas).Las frutas y hortalizas, además de las raíces y
tubérculos, son los alimentos con la tasa más alta de desaprovechamiento. La cantidad de
alimentos que se pierde o desperdicia cada año equivale a más de la mitad de la cosecha
mundial de cereales (2 300 millones de toneladas en 2009/2010).


El desperdicio de alimentos es un problema mayor en los países industrializados, en la
mayoría de los casos provocado tanto por los minoristas como por los consumidores, que
arrojan alimentos perfectamente comestibles a la basura. El desperdicio per cápita entre los
consumidores es de 95-115 kg anuales en Europa y Norteamérica, mientras que en África
subsahariana y en Asia meridional y el Sudeste asiático se tiran solamente entre 6-11 kg por
persona.


Medidas Internacionales para superar las crisis de producción de alimentos y de
alimentación: los planes que se desarrollan en cada país, a través de sus respectivos Ministerios de Agricultura y de Alimentación, para combatir el problema de la inseguridad
alimentaria en el mundo están enmarca en función de tres grandes ejes de acción elaborados
por la FAO. Estos planes en rasgos generales se describen de la siguiente manera:
Aprovisionamiento de los medios de subsistencia: Es el tipo más común de intervención
y tiene como fin satisfacerlas necesidades inmediatas y proteger las vidas de la población.
La distribución de alimentos gratuitos suele ser una actividad del aprovisionamiento de los
medios de subsistencia y, al igual que la satisfacción inmediata y directa de las necesidades
alimentarias, suele constituir una forma de respaldar los ingresos.


Protección de los medios de subsistencia: tienen como fin proteger y respaldar los
bienes de la población y evitar resultados negativos como la pérdida de los bienes
productivos. La mayoría de los ejemplos de ello en Darfur (Sudan)están relacionados
con proyectos centrados en las personas desplazadas dentro del país o en la prestación
de asistencia a las poblaciones rurales con el fin de evitar la emigración a las ciudades.
En los campos de desplazados internos la programación de los medios de subsistencia
se dirigió principalmente a incrementar los ingresos de este grupo de población para que
sus miembros no tuviesen que asumir elevados riesgos personales al adentrarse en áreas
inseguras para, por ejemplo, recolectar leña. Diversas ONG prestaron apoyo dirigido a
salvar las vidas de los asnos en la fase temprana del conflicto: estos animales solían ser la única forma de ganado de propiedad de los desplazados internos y eran fundamentales para transportar agua y leña y como medio de transporte La promoción de los medios de subsistencia: tiene como fin mejorar las estrategias en materia de medios de subsistencia y los bienes, así como respaldar las políticas e instituciones clave que pueden mejorar los medios de subsistencia. Los proyectos que proporcionan capacitación vocacional a los desplazados, por ejemplo, pueden incrementar sus habilidades y, por lo tanto, su empleabilidad al finalizar la crisis. Se han realizado tales cursos para los desplazados internos de la guerra civil entre el norte y el sur del Sudán y, más recientemente, para las personas que viven en la actualidad en los campos de desplazados de Darfur. En la República Democrática del Congo, la ONG Action contre
la Faim (Acción contra el hambre) prestó servicios agrícolas como la multiplicación
de semillas y la protección de cultivos, así como extensión agrícola para mejorar las
prácticas de cultivo. No obstante, en líneas generales las organizaciones humanitarias
no colaboran con frecuencia con instituciones y políticas que podrían incrementar los
medios de subsistencia durante la crisis en actividades como la ayuda a negociar el acceso
a los mercados o la resolución de cuestiones relativas a los derechos y la ocupación de
la tierra. Estas cuestiones se consideran problemas “a largo plazo”, mientras que la labor
humanitaria se suele destinar a la planificación y la financiación a corto plazo.
Como agregado final se puede decir que la tarea de aumentar la producción de alimentos y
su adecuada distribución en las poblaciones con crisis prolongadas es una tarea indeclinable
de los gobiernos de estos países, de igual forma es un compromiso crear estrategias para
que las poblaciones en crisis sean menos dependientes de las ayudas internacionales, pero
más aún, es urgente que se regularice y se controle el derroche excesivo en de alimentos
en las países desarrollados o en el llamado primer mundo, de ser necesaria aplicar multas
internacionales a los gobiernos que permitan el derroche de los alimentos.

Luis Javier Ruiz

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