Recientemente son muchas las noticias que han dado vuelta al mundo y para Latinoamérica las Malvinas han sido noticia otra vez. La razón responde a la decisión de Inglaterra de enviar un navío destructor a las disputadas islas, lo que de inmediato activo las alarmas diplomáticas de Argentina manifestando un nuevo intento de militarización por parte de Inglaterra de la zona. La cancillería argentina ya ha formulado las demandas correspondientes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, sin embargo esto no es lo importante, debido a las numerosas resoluciones emanadas de este organismo que no han tenido resultado algunos en la solución del conflicto. Lo que si es necesario resaltar son las reacciones de rechazo contra esta situación que han manifestado la mayoría de los países del Sur del continente Americano. El primer gobierno en tomar acciones contra este intento belicista de Inglaterra fue el de la República Oriental del Uruguay, el presidente de esta nación ordeno que no se permitiera la entrada de embarcaciones con banderas (ilegales-) de las islas Malvinas. Por su parte el Gobierno argentino menciono la posibilidad de aplicar un bloqueo aéreo a Inglaterra. En las calles de la Capital Argentina ha respondido de igual forma; cientos de manifestantes arremeten contra Bancos y Empresas de capitales ingleses. La solidaridad con Argentina transcendió y llego hasta la XI Cumbre del ALBA, organismo conformado por Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Las Granadinas. En esta cumbre los y las jefes de Estado decidieron unánimemente apoyar el reclamo de las Islas por parte de Argentina. También se acordó llevar el tema a la agenda de la venidera Cumbre de las Américas que se celebrara en Colombia en los próximos meses. Claramente se deja manifestado que el conflicto de las Malvinas es problemas de todos los suramericanos que apuestan a la unidad de la región. Pues un conflicto bélico nuevamente en la región provocaría inestabilidad económica y política en una zona hasta ahora de paz en el mundo. Los esfuerzo por resolver la situación por la vía del dialogo no ha cesado por parte de Argentina y todos los países que le han ofrecido su apoyo. No obstante para Inglaterra esta no parece la solución, solo ha mostrado sus músculos militares a la región. Ahora bien, ¿Por qué Inglaterra no quiere abandonar este territorio donde” solo hay rocas” y una pequeña comunidad acariciada por los fríos vientos del Atlántico Sur? Según, hay estudios que certifican que Inglaterra estaría explotando petróleo en las islas, razón suficiente de antemano para no abandonar. Pero más allá de motivos económico-extractivitas, existe otra gran razón estratégica para mantener la débil hegemonía geopolítica de Inglaterra en el Mundo; Resulta que la ubicación de una base militar en la zona le asegura a Inglaterra el control del trafico marítimo y aéreo en el Atlántico Sur, ya es de conocimiento por muchos altos mandos militares de algunos países que desde las Islas Malvinas se operan antenas de comunicación Militar con tropas en el Medio Oriente y existe la posibilidad de comandar ataques a enemigos de Inglaterra desde ese punto. Claramente, así como en 1982, Inglaterra y EE.UU son cómplices en el tema de las Malvinas, ¿Por qué? Por que mientras EE.UU controla militarmente el Atlántico Norte, deja que Inglaterra controle el Atlántico Sur, de allí viene la poca y sínica actuación por parte del Gobierno Norteamericano con relación al tema Malvinas.
Luis Javier Ruiz
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